domingo, 16 de noviembre de 2008

Música y fútbol; fútbol y música


¿Qué más, si no felicidad, emoción desenfrenada y una gloriosa comunión panteísta con el Universo se pueden sentir al asistir a un concierto de rock realizado en un estadio de fútbol?

Creo que la piedra angular del patrimonio inmaterial de los jóvenes colombianos son el fútbol y la música, el tema podría dar para llenar páginas enteras con reseñas y testimonios, se le podría dedicar un capítulo a anécdotas como la de aquella vez que vino Metallica a Colombia y no realizaron el concierto en el Nemesio Camacho El Campín, porque un empleado de oficios varios confundió a Kirk Hammett con Leonel Álvarez.

Recuerdo que de pequeño anhelaba ser futbolista, aunque nunca me destaqué por mis habilidades deportivas, soñaba con marcar goles de tijereta como los hacía el glorioso Ferney “la bala” Upegui, hacer gambetas de ensueño y después de marcar el gol exponer un mensaje de amor para mi madre.

En sólo 90 minutos, conseguía plata, la gente me amaría y mi mamá estaría orgullosa; con las ilusiones y las ganas puestas, durante mi infancia alterné como lateral derecho (con posibilidades de ser volante creativo) en un equipo llamado “estrellas del congolo”, nunca ganamos un sólo partido, y fue en aquel club donde se fueron diluyendo de a poco las aspiraciones de ser un crack amado con estatua propia como el pibe Valderrama.

Después de unos años de insistirle al juego me voy dando cuenta que no sirvo para el gambeteo, y es así como en mi pubertad el sueño cambió de rumbo, ya quería ser un rockstar, ¡vida gloriosa ellos ganan más plata y se esfuerzan menos!, fue así como renuncié al deporte argumentando que si era músico no me iba a asfixiar y ganaría más dinero tocando un instrumento que corriendo detrás de un balón.

Igual no aprendí ni lo uno ni lo otro

En Colombia ya es fácil asistir a un concierto, pero ojalá en un futuro no muy lejano, se realicen en un estadio y no en una plaza de toros… el sentimiento no es el mismo y desde mis argumentos que se esgrimen a favor del antitaurismo, elevo mi voz para que los que no pudimos cumplir nuestros sueños al menos nos dejen disfrutar de magna comunión psicodélica – Fútbol y Música

1 comentario:

Anónimo dijo...

Jajaja... te salió mejor de lo que esperaba.